Sandro Marcone
Sandro Marcone

La tecnología en las aulas ha propiciado el desarrollo de nuevas habilidades en los más jóvenes, principalmente ayudados por la inteligencia Artificial (), una herramienta que facilita una infinidad de operaciones y acciones digitales. Sin embargo, el flagelo del , un problema que ha existido desde mucho antes de la IA, se ha visto potenciado con estas nuevas tecnologías.

Esta nueva situación lleva a los padres, educadores y estados, a considerar diversas acciones con el fin de mitigar el bullying que sufren los menores desde nuevos ángulos, maximizados por las redes sociales.

Al respecto, Perú21 conversó con el experto en tecnología, Sandro Marcone, quien aborda esta problemática y llega a conclusiones importantes a fin de armonizar la tecnología y la sana convivencia en el aula.


El Bullying en tiempos digitales se ha potenciado

Es complejo. Como decía Marshall Mcluhan, que era este comunicador de los 60 o 70. La tecnología es una extensión de nuestras capacidades. O sea, en realidad, en el Internet no hay nada que no existiera fuera del Internet. Este es un reflejo de nosotros, un reflejo de la sociedad. Entonces, claro, el bullying se potencia, es un amplificador.


¿Crees que el uso de dispositivos en clase es el problema?

Hay un tema con el uso, que se llama el uso pasivo y el uso activo del Internet, de las redes sociales, como lo queramos llamar. El uso pasivo es cuando estoy a merced de la tecnología, en donde siento que la tecnología me distrae, la tecnología es tóxica, la tecnología me hace cosas.

Para entender lo ridículo que es eso pensemos en un martillo. Si yo agarro el martillo y quiero clavar un cuadro, el martillo es tecnología. Por supuesto, depende de mi desempeño en el uso del martillo si termino clavando el cuadro o golpeando mi dedo con este. No es el martillo el que me golpea el dedo.

La tecnología no me hace daño, salvo que yo la deje. El problema es la apropiación, el uso activo. Yo tengo que ser un sujeto, a cualquier edad, que a la hora en que empiezo a usar la tecnología, me apropio de esta y la uso para mis propios fines, que también puede ser divertirme, pero tener conciencia de ese uso, conciencia, control y gradualidad. La autorregulación, para todos los casos, es el mejor camino.


Muchos piensan que lo mejor es prohibir los dispositivos

Prohibir los móviles por el bullying sería como prohibirles a los chicos salir al recreo porque los bulean en el recreo. ¿Entonces, a qué edad voy a dejarlos salir al recreo?, ¿cuándo ya no los van a bulear? No se trata de la edad, no se trata de prohibir, es un problema complejo. Por eso es que las familias y las instituciones educativas tienen que empezar, desde muy temprano, a construir una cultura digital, competencia digital, más que preocuparnos por el dispositivo en sí mismo.


Según el informe de monitoreo de la educación global de la UNESCO al año 2023, uno de cada cuatro países ha instaurado leyes para justamente prohibir los dispositivos por el tema de bullying.

¿No sería más relevante, más interesante, que desde, por ejemplo, el Gobierno, los ministerios, planteáramos una estrategia para utilizar la tecnología, que es tan relevante y significativa para los chicos, para luchar contra el bullying? Cuando el crimen empieza a organizarse de una manera especial alrededor de determinada especialidad, las fuerzas del orden usan ese mismo medio para luchar contra el crimen. No podemos abandonarlo, deberíamos tener una propuesta que trabaje, que ayude, con plataformas, con audios, con videos, con juegos.


¿Tienes algunos ejemplos de plataformas con estos fines?

Hay cosas espectaculares que podrían servir. Por ejemplo, Khan Academy, muy poca gente conoce a esta ONG mundial que tiene plataformas, es decir, cosas que podrían usar las instituciones educativas para enseñar matemáticas y ciencias con videos.

Cuántos de los docentes, por ejemplo, en el Perú, no tienen claro que nuestro país tiene virtualizadas prácticamente todas las colecciones de sus museos, que son gratuitas y hay recursos educativos usando eso. ¿Cuántos docentes lo usan?, ¿cuántos estudiantes saben que hay esto?


El bullying siempre existirá

Obviamente. Siempre habrá un lado medio perverso en la infancia, que a veces nos desafía, pero para eso son las instituciones educativas, para eso están las escuelas, para identificar los casos que tendrían que terminar en un especialista. Pero ahí la tecnología debería ser su aliado y no deberían prohibirla. Ni tecnofilia, ni amar a la tecnología en sí misma, ni odiarla, ni tecnofobia.


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