Es un milagro que Jefri Peña Tunama continúe con vida. En 2007 la promotora de salud y activista regresaba de trabajar cuando fue interceptada por dos hombres que salían de un bar y que, al percatarse que era una mujer transexual, la golpearon hasta dejarla casi inconsciente. La Policía Nacional no quiso ayudarla y finalmente, fue Serenazgo de quien la trasladó al hospital donde pudo recuperarse de las graves lesiones en su cuerpo.

Años después, a pocas cuadras de su casa, un sujeto cogió una piedra y le rompió la cabeza. “Cabro, vas a morir”, fue el grito que acompañó el ataque. Jefri puso la denuncia en la comisaría más cercana pese a que las posibilidad de encontrar justicia eran mínimas.

La misma “suerte” no tuvo Zuleimy Aylen Sanchez Cárdenas, que vestía un polo, chaleco y short jeans, pantys y zapatillas cuando un grupo de sicarios le disparó a quemarropa en el sector Virgen de la Puerta de Trujillo. La adolescente trans de catorce años llegó hasta el lugar para participar de una actividad social pero tres balazos en la cabeza acabaron con su vida.

¿El móvil del crimen? La transfobia; la misma que estuvo a punto de matar a Jefri y la que suele invadir a las personas que vomitan odio en las redes sociales contra las personas transgénero sin motivo aparente, tomando como excusa desde la religión hasta la defensa de la moral.

Resulta increíble que en pleno siglo XXI todavía exista gente que no acepte que todos los seres humanos gozamos de los mismos derechos y libertades. Lamentablemente, es una realidad con la que el Perú convive en el día a día, tal y como lo demuestran los casos de Jefri y Zuleimy. Las cifras no mienten. Somos un país transfóbico.

¿QUÉ ES LA TRANSFOBIA?

La transfobia se puede describir como una actitud de de odio, acoso, discriminación y rechazo hacia los transexuales y transgénero, personas que no se identifican con su género biológico y que muchas veces tienen una expresión de género distinta al que está normalizada en la sociedad. Este tipo de discriminación puede expresarse de muchas maneras, las más comunes son:

- Insultos, comentarios despectivos y abuso psicológico hacia las personas trans (ofensas que podemos leer en comentarios de redes sociales y hasta escuchar en un almuerzo familiar).

- Miedo irracional hacia las personas trans.

- Prejuicios contra personas trans.

- Intimidación, abuso físico (golpes, escupitajos, etcétera) contra personas trans.

¿CÓMO COMBATIR LA TRANSFOBIA?

La transfobia es un tipo de discriminación que perjudica a un grupo importante de la comunidad LGTBIQ y la única forma de combatirla es levantando la voz ante una situación de abuso y denunciando ante las autoridades correspondientes de ser necesaria la intervención de un tercero. Si somos testigos de un hecho transfóbico, tenemos que cuestionar a la persona que lo está ejecutando y señalarla públicamente: que sepa que no tiene cómplices y que lo que está haciendo esta mal.

También es vital compartir información. Es importante que desde pequeños los niños accedan a una educación donde se reafirme la igualdad como valor principal. Para ello, los padres tienen la responsabilidad de hacer un seguimiento a sus hijos desde casa. Son ellos quienes tienen que corregir actitudes homofóbicas y transfóbicas de los más pequeños.

Recuerda que la transfobia es una amenaza que atenta directamente contra la propia identidad de la persona y que una persona que ve afectado este aspecto alcanza niveles de frustración y miedo que podrían afectar su desarrollo personal y profesional. Por esta razón, y porque vivimos en una sociedad corrompida por la discriminación y el prejuicio, la comunidad trans tiene una alta tasa de suicido y depresión. Aprendamos a respetarnos entre nosotros.

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