Al país le urge poner en valor el grano. Un programa como startup perú podría ser el camino. (Foto: Richard Hirano)
Al país le urge poner en valor el grano. Un programa como startup perú podría ser el camino. (Foto: Richard Hirano)

La industria peruana cafetalera tuvo un buen 2022, pues las exportaciones de café sin descafeinar y sin tostar aumentaron en 61% ese año, según datos de la Asociación de Exportadores (Adex). Sin embargo, tal situación no se repite este año, en el que los productores enfrentan una situación crítica. Algunas voces piden apoyo a la formalización de las tierras, otras apuntan a la innovación. ¿Qué hace falta para superar esta crisis que los no atraviesan por primera vez?

Durante la primera mitad del año, las exportaciones de café sumaron US$158.2 millones, un monto 64% menor al del primer semestre de 2022. Y el problema no viene solo de los principales mercados de destino como EE.UU., Alemania o Bélgica, que compran el 24%, 15% y 12% de los despachos peruanos del grano, sino que se observa en casi todos los países a los que el Perú exporta.


Demandas en espera

El problema que observa el gerente de la Junta Nacional del Café, Lorenzo Castillo, es que cerca del 75% de las hectáreas dedicadas al cultivo de café ya tienen baja productividad, pues están cumpliendo su ciclo de producción. Y ello se observa en varias de las regiones productoras, como Puno, Junín, Huánuco, Cajamarca, Amazonas y San Martín.

“Hay un agotamiento de las plantaciones, hay alteraciones del clima que afectan la producción y hay el surgimiento de plagas como la roya. Se necesita una audaz decisión de emprender la reconversión de la caficultura peruana para reducir costos, aumentar la productividad y generar la adecuación legal de las fincas a lo que pide la Unión Europea para garantizar que el café peruano no proviene de zonas deforestadas”, comentó Castillo a Perú21.

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En ese sentido, un aspecto que urge abordar, explicó, es que el Gobierno regularice la titulación de las tierras de cultivo de cerca de 140 mil productores de café que tienen problemas o que potencialmente podrían tenerlos, pues han heredado las hectáreas.

Por su parte, el empresario y CEO de Don Salazar, Arturo Marín Salazar, consideró que también urge una política de innovación dirigida a la pequeña agricultura, pues el bajo precio del grano de café como materia prima hace que muchas veces no sea rentable ser productor en el Perú.

“Los climas del Perú también hacen que sea caro producir café (…). Se necesita un programa de apoyo como ProInnóvate o Startup Perú con una entidad que se asegure de que se usen bien los fondos, para que no pase lo mismo que con la entrega de los créditos de Agrobanco”, aseveró.


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