Su primer amigo extranjero: Sigmund Freud y su amistad con el psiquiatra peruano Honorio Delgado

El padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, nació un 6 de mayo y fue uno de los investigadores, centrados en la neurología, más importantes de la época y de este campo de la ciencia. Su campo de estudio derivó progresivamente hacia la vertiente de la psicología de las afecciones mentales, investigaciones de las que dio cuenta en la casuística de su consultorio privado.

El psicoanalista innovó en ciertos campos, desarrollando, por un lado, la teoría de la mente y de la conducta humana, además de una técnica terapéutica para ayudar a las personas con afecciones psíquicas. También intentó darle el estatus de ciencia al concepto del inconsciente, algo que no era compartido por ramas de la ciencia y la psicología antaño y que se considera su máxima contribución al campo.

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La lista de atribuciones de Freud a la ciencia moderna es larga, como la lista de científicos con quienes colaboró o, incluso, entabló cierta amistad, destacando el psiquiatra peruano Honorio Delgado, a quien el austriaco consideró su “primer amigo extranjero”.

Una amistad ligada a la ciencia

Pese a que la diferencia de edad era de 36 años, esto no impidió que entre 1919 y 1936 ambos intercambiaran cartas, investigaciones e incluso regalos. Freud desde Viena, y Delgado desde su lugar de nacimiento, Arequipa. Su relación profesional y amical incluso llevó al nacional a visitar el hogar del padre del psicoanálisis en Austria, donde lo recibió junto a su esposa alemana Helene Rehe.

Era tal la buena amistad que tenían ambos personajes y la admiración de Delgado por Freud que llevó a que el peruano fuera el primero en escribir una biografía sobre el austriaco en idioma español, siendo uno de los primeros difusores de su trabajo y pensamiento en la región.

Según BBC, en una exhibición sobre la relación de Sigmund Freud con América Latina -que está presentándose en Londres-, hay una fotografía de Honorio Delgado que, según los registros, fue enviada por el peruano al médico austríaco en 1920.

“Acepte mi más sincero agradecimiento por la fotografía que llegó aquí hace unos días. Fue una agradable sorpresa para mí y la aprecio. Realmente lo describe como muy joven y estoy encantado de que haya logrado tal dominio del material científico a una edad tan temprana y, como supongo desde lejos, también haya alcanzado una posición respetada en su profesión. Ahora tiene muchos años más por delante; deseo que durante todo este tiempo siga fiel al psicoanálisis y siga contribuyendo a su avance”, respondió Freud al recibir la imagen.

Según explicó Mariano Ben Plotkin, experto en historia del psicoanálisis al medio antes mencionado, esta fotografía revela un grado de intimidad que pocos latinoamericanos alcanzaron con Freud.

“En general, con otros investigadores de la región, Freud entabló un intercambio de bienes simbólicos en un sentido asimétrico. Él les mandaba fotos suyas a latinoamericanos que lo tenían en un altar y ellos le respondían con libros o artículos”, explica Ben Plotkin.

“Pero con Honorio Delgado se estableció una relación mucho más simétrica, a pesar de que era mucho más joven”, dice el historiador y autor del libro “Estimado doctor Freud: una historia cultural del psicoanálisis en América Latina”, añade.

Delgado, difusor del psicoanálisis en Latinoamérica

Por más de una década, entre los años 1915 y 1930 aproximadamente, el arequipeño se convirtió en el más leal representante de las ideas freudianas en la región, haciendo, como mencionamos líneas arriba, su primera biografía en español, que luego se tradujo al portugués.

“Freud le hizo algunas correcciones a esa biografía y eso también le interesó porque Delgado se convirtió en una especie de misionero del psicoanálisis en América Latina”, señala Mariano Ben Plotkin.

Cabe destacar que Delgado fundó la Revista de Psiquiatría y Disciplinas Conexas a mediados de la década de 1910, en donde desplegó una labor de difusión del psicoanálisis.

“Se convirtió en la vía de ingreso y difusión de la ya para ese entonces abultada literatura psicoanalítica (…). Delgado se preocupó de modo constante por resumir y recensionar libros y artículos psicoanalíticos publicados en Estados Unidos y Europa para los lectores de esta importante publicación limeña”, señala.

No obstante, por problemas económicos, la revista tuvo que dejar de publicarse en el año 1924, algo que decepcionó bastante a Freud, quien veía en estas publicaciones una forma de difundir sus pensamientos en regiones que, según historiadores, reconocía como “exóticas”.

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